jueves, 14 de enero de 2010
EL CLAVO
AUTOR:Pedro Antonio de Alarcón
Lo que más ardientemente desea todo el que pone el pie en el estribo de una diligencia para emprender un largo viaje, es que los compañeros de departamento que le toquen en suerte sean de amena conversación y, tengan sus mismos gustos, sus mismos vicios, pocas impertinencias, buena educación y una franqueza que no raye en familiaridad.
-Todo lo veo claro. Antes de ocho días habrá terminado este proceso que tan oscuro se presentaba hace dos horas. Ahí llevamos una apoplejía fulminante de hierro, que tiene cabeza y punta, y que dio muerte repentina a un don Alfonso Gutiérrez del Romeral. Es decir: tenemos el clavo... Ahora sólo me falta encontrar el martillo.
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